viernes, 18 de diciembre de 2015
Comunicado de la Multisectorial contra la represión y familiares de las víctimas.
A 5 años y medio de los asesinatos de los pibes en el Alto
Pasaron ya cinco años y medio de la ejecución del joven Diego Bonefoi y la brutal represión que causó los asesinatos de los jóvenes Nicolás Carrasco y Sergio Cárdenas en nuestra ciudad.
Esta represión fue un acto de verdadero terrorismo de estado sobre los barrios del Alto, donde fuerzas policiales dispararon centenares de balas de plomo sobre la población civil, causando dos muertos y decenas de heridos, perseguidos, detenidos, golpeados y torturados. No obstante, aún no hay ningún condenado, y tanto los responsables materiales como los que dieron las órdenes siguen impunes.
A partir de la actuación del fiscal Campana, la causa de Sergio y Nino pareciera haber tomado un nuevo impulso con el llamado a indagatoria por homicidio culposo de cinco responsables: el ex secretario de seguridad Víctor Cufré, el ex jefe de la Policía provincial Jorge Villanova, el ex jefe de la regional III de Policía Argentino Hermosa, el ex 2 do. Jefe de la regional Fidel Veroiza y el ex jefe de la comisaría 28, Jorge Raúl Carrizo.
Sin embargo, sólo dos de ellos, Veroiza y Carrizo van a juicio por el homicidio culposo de Sergio Cárdenas y Nicolás Carrasco y por homicidio en agresión calificado por el uso de arma de fuego contra Sergio Cárdenas van a Juicio los policías Víctor Dario Pil, Marcos Rubén Epuñan y Víctor Hugo Sobarzo.
Exigimos al juez Calcagno que arbitre los medios para que todos los imputados vayan a juicio. También, para lograr un juicio justo, es necesario que las querellas estén completas, que TODOS los familiares de las víctimas puedan ser parte del juicio, que no se excluya a nadie, dando lugar al recurso presentado por la querella que representa a los familiares de Sergio Cárdenas.
Al nuevo intendente en funciones le pedimos que se pronuncie exigiendo a las autoridades provinciales:
- el cumplimiento del Protocolo Nacional que establece que los efectivos de la policía de Río Negro deben llevar sus nombres grabados en el uniforme para su identificación.
- Que se haga efectivo en forma urgente el compromiso tomado por la provincia con respecto a la instalación de cámaras de vigilancia en los calabozos.
Además solicitamos que desde la Municipalidad sean destinados los recursos necesarios para enmarcar, iluminar y mantener el cartel en el que se recuerda a los jóvenes asesinados el 17 de Junio de 2010 realizado por los chicos del barrio (Ubicado en el predio de La Llave).-
Que remueva de sus funciones al secretario de turismo Osmar Barberis por sus variadas expresiones racistas y misóginas, las que constituyen una clara manifestación de su pensamiento antidemocrático.
Nos dirigimos también al Consejo de la Magistratura de la 3ra Circunscripción ante la posible designación de Mario José Altuna como Fiscal de Cámara, denunciando que carece de la imparcialidad necesaria para asumir dicho cargo, ya que él mismo se reconoce como integrante de la familia policial. Sería un retroceso gravísimo que se avale este nombramiento.
El complejo escenario político que se avecina nos obliga a estar en estado de alerta permanente. El accionar de la policía de Río Negro continúa hasta nuestros días violando derechos y garantías ciudadanas mínimas. El último fin de semana largo, la policía ingresó en el barrio 2 de abril e irrumpiendo en las viviendas de varias familias, utilizó armas de fuego, en presencia de menores e hirió a varios vecinos, incluyendo niños. Las irregularidades del operativo fueron alarmantes: allanamientos sin orden judicial, apremios ilegales, golpes y amenazas. Esperamos que estos hechos sean investigados y juzgados.
Quienes seguimos sosteniendo este reclamo DE MEMORIA VERDAD Y JUSTICIA, lo hacemos aportando a la construcción de la memoria colectiva, en contraposición a la “paz social” propuesta por el poder para buscar el olvido y la impunidad.
Nos convocamos y convocamos a toda la comunidad a seguir movilizadxs, a potenciar articulaciones, a generar los lazos necesarios, con el fin de fortalecer el imprescindible reclamo de justicia.
POR MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA, A CINCO AÑOS Y MEDIO SEGUIMOS MARCHANDO
FAMILIARES DE LAS VÍCTIMAS DE JUNIO DE 2010
MULTISECTORIAL CONTRA LA REPRESIÓN Y LA IMPUNIDAD DE BARILOCHE
Adhieren:
Centro de Educación Popular Antonio Alac, HIJOS Bariloche, Izquierda Socialista en en Frente de Izquierda y de los Trabajadores, Partido Obrero, Movimiento Popular Patria Grande, MST, ATE sec. Bariloche, Movimiento Político Social y Cultural ESPARTACO, SITER-Sindicato Independiente de Trabajadores/Trabajadoras de la Educación de Río Negro, Radio Libre Cooperativa
miércoles, 9 de diciembre de 2015
Mardones, el dirigente sindical que eligió no retroceder
El delegado del sindicato de la Carne no acepta la venta con despidos o
indemnizaciones a largo plazo. ¿Quiés es y cómo piensa? Su historia en
esta nota.
DeBariloche
Por Daniel Marzal
dmarzal@rionegro.com.ar
El conflicto sindical más importante de los últimos meses en Bariloche está trabado por la negativa de un grupo de trabajadores de la carne a aceptar un arreglo que sólo garantizaría continuidad laboral para unos pocos y cesantías con indemnización en cuotas para el resto.
Los obreros mantienen tomado el frigorífico Arroyo desde fines de octubre, decididos a sostener sus reclamos. A la cabeza de la protesta está el delegado Manuel Mardones, quien actúa desde hace meses como vocero de sus pares y ganó notoriedad el día que enfrentó en pleno Centro Cívico a un cacique sindical de peso mucho mayor, Walter Cortés, quien lo había acusado de "encapricharse" en impedir el acuerdo.
A pesar de las presiones empresarias, del sindicato de Comercio (que comparte presencia en el frigorífico) y también del gobierno provincial, Mardones eligió no retroceder.
"Me puedo equivocar, pero si uno se mete al sindicalismo es por algo -aseguró-. Hay códigos y hay principios que no se pueden dejar a un costado".
Mardones tiene 36 años, tiene "secundario incompleto" (hasta tercer año) y lleva la mitad de su vida como empleado de Arroyo. Su padre también trabajó y se jubiló en esa firma.
Cuando entró al frigorífico, en 1997, empezó por las tareas auxiliares, hasta que aprendió el oficio y se desempeñó durante varios años como "partidor de medias reses y despostador".
Admitió que la toma de la planta de faena es una medida drástica y a veces duda, ya que de los 30 trabajadores que participaron de la asamblea inicial hoy quedan menos de la mitad.
"Pero no aflojamos porque tenemos la tranquilidad de estar haciendo las cosas a favor de los compañeros -señaló-. A mí que me digan cualquier cosa, pero yo los cruzo por la calle y a todos los puedo mirar a la cara".
Aseguró que llegaron a la toma del edificio "porque las marchas y escraches no le movieron un pelo" a la empresa.
Mardones dijo que Arroyo pasó por su mejor momento en 2003 y 2004, cuando tenía más de 200 empleados y sostenía la actividad local con el rédito de otro frigorífico que operaba en La Pampa y exportaba carnes por "cuota Hilton".
Luego la barrera antiaftosa hizo estragos, comenzaron los despidos y los retiros voluntarios hasta que el plantel se redujo hasta los actuales 72 trabajadores. Finalmente la empresa entró en convocatoria de acreedores y cerró sus puertas en agosto. Ahora busca un comprador interesado en sacarla de la postración. Uno de ellos es el Frigorífico Río Negro, que aceptó recibir a Arroyo sólo con 30 empleados y despedir al resto con indemnizaciones a pagar hasta 2018.
Empleados de Comercio aceptó esa solución, pero Mardones y sus compañeros se resisten. "A mí nunca se me pasó entongarme con los empresarios", aseguró.
Lamentó la división entre los trabajadores porque "sólo beneficia al patrón", pero dijo que no está dispuesto a ceder por dinero.
Aseguró que el dueño de Frigorífico Río Negro llegó a proponerle una oferta con la que pensaba destrabar le conflicto. "Me dijo que a mí y a Sergio Núñez (el otro delegado) nos ponía la plata de la indemnización toda junta, y mirá que es mucho, porque son 18 años más el cargo sindical -contó-. Pero yo le pregunté qué hacía con todos los demás y me dijo que mantenía la indemnización en cuotas. Entonces lo mandé a la mierda. La plata no me va a cambiar".
Insistió en que no quiere profundizar el enfrentamiento con Cortés porque su batalla es "contra una empresa que largó a todos los trabajadores a la calle sin siquiera un telegrama".
Agregó que su posición es "respetar las protestas de otros sindicatos" y pretende que los respeten de la misma forma.
Empezar desde cero
El inicio de Mardones en la actividad gremial tiene sus singularidades. Cuando entró a Arroyo, hace casi 20 años, el Sindicato de Obreros y Empleados de la Industria de la Carne no tenía ninguna presencia y "sólo pasaba cada tanto a cobrar los aportes".
Mardones dijo que en sus primeros años vio "muchas injusticias", porque los obreros "trabajaban sin categorías y sin horarios". A veces entraban a las 4 de la mañana y cumplían turnos de más de 12 horas.
"Empecé a charlar con la gente -recordó-, empecé a buscar y leer: el Convenio Colectivo de Trabajo, las leyes laborales, el nomenclador de tareas". Mardones no tardó entonces en enhebrar los primeros reclamos.
Con los años 2000 llegaron los primeros acuerdos para categorizar al personal y para establecer horarios y tareas encuadradas en el convenio. En 2004 Mardones fue elegido delegado por primera vez. Poco después integró la lista encabezada por el secretario general provincial, Jorge Andrade, y quedó a cargo de la secretaría de Finanzas.
En 2011 obtuvo licencia gremial paga "porque correspondía de acuerdo a la cantidad de empleados de Arroyo", pero luego el plantel se redujo y a comienzos de este año, por un planteo de la propia empresa, volvió a trabajar y se manejó sólo con "algunos permisos gremiales", hasta que cesaron las actividades.
Dijo que mucha gente que no conocían se solidarizó con la toma y les lleva alimentos "lo mismo que el Frente de Izquierda". Mardones se quejó de que los sindicatos de Bariloche, en general se mantuvieron indiferentes, "salvo el sindicato de Prensa y también Ovidio Zúñiga (de Gastronómicos), que se pusieron a disposición".
Insistió en cuestionar el acuerdo con el Frigorífico Río Negro "porque la plata en buena parte la va a poner la provincia, y eso la sociedad no lo va a aceptar. Uno se pregunta si va a ser así por qué no expropian".
Reconoció sin embargo que la prolongación del conflicto es un desgaste para todos. "Llegamos hasta acá y queremos mantenernos firmes, pero uno ve que se acerca las fiestas y se quiere matar", admitió Mardones.
dmarzal@rionegro.com.ar
El conflicto sindical más importante de los últimos meses en Bariloche está trabado por la negativa de un grupo de trabajadores de la carne a aceptar un arreglo que sólo garantizaría continuidad laboral para unos pocos y cesantías con indemnización en cuotas para el resto.
Los obreros mantienen tomado el frigorífico Arroyo desde fines de octubre, decididos a sostener sus reclamos. A la cabeza de la protesta está el delegado Manuel Mardones, quien actúa desde hace meses como vocero de sus pares y ganó notoriedad el día que enfrentó en pleno Centro Cívico a un cacique sindical de peso mucho mayor, Walter Cortés, quien lo había acusado de "encapricharse" en impedir el acuerdo.
A pesar de las presiones empresarias, del sindicato de Comercio (que comparte presencia en el frigorífico) y también del gobierno provincial, Mardones eligió no retroceder.
"Me puedo equivocar, pero si uno se mete al sindicalismo es por algo -aseguró-. Hay códigos y hay principios que no se pueden dejar a un costado".
Mardones tiene 36 años, tiene "secundario incompleto" (hasta tercer año) y lleva la mitad de su vida como empleado de Arroyo. Su padre también trabajó y se jubiló en esa firma.
Cuando entró al frigorífico, en 1997, empezó por las tareas auxiliares, hasta que aprendió el oficio y se desempeñó durante varios años como "partidor de medias reses y despostador".
Admitió que la toma de la planta de faena es una medida drástica y a veces duda, ya que de los 30 trabajadores que participaron de la asamblea inicial hoy quedan menos de la mitad.
"Pero no aflojamos porque tenemos la tranquilidad de estar haciendo las cosas a favor de los compañeros -señaló-. A mí que me digan cualquier cosa, pero yo los cruzo por la calle y a todos los puedo mirar a la cara".
Aseguró que llegaron a la toma del edificio "porque las marchas y escraches no le movieron un pelo" a la empresa.
Mardones dijo que Arroyo pasó por su mejor momento en 2003 y 2004, cuando tenía más de 200 empleados y sostenía la actividad local con el rédito de otro frigorífico que operaba en La Pampa y exportaba carnes por "cuota Hilton".
Luego la barrera antiaftosa hizo estragos, comenzaron los despidos y los retiros voluntarios hasta que el plantel se redujo hasta los actuales 72 trabajadores. Finalmente la empresa entró en convocatoria de acreedores y cerró sus puertas en agosto. Ahora busca un comprador interesado en sacarla de la postración. Uno de ellos es el Frigorífico Río Negro, que aceptó recibir a Arroyo sólo con 30 empleados y despedir al resto con indemnizaciones a pagar hasta 2018.
Empleados de Comercio aceptó esa solución, pero Mardones y sus compañeros se resisten. "A mí nunca se me pasó entongarme con los empresarios", aseguró.
Lamentó la división entre los trabajadores porque "sólo beneficia al patrón", pero dijo que no está dispuesto a ceder por dinero.
Aseguró que el dueño de Frigorífico Río Negro llegó a proponerle una oferta con la que pensaba destrabar le conflicto. "Me dijo que a mí y a Sergio Núñez (el otro delegado) nos ponía la plata de la indemnización toda junta, y mirá que es mucho, porque son 18 años más el cargo sindical -contó-. Pero yo le pregunté qué hacía con todos los demás y me dijo que mantenía la indemnización en cuotas. Entonces lo mandé a la mierda. La plata no me va a cambiar".
Insistió en que no quiere profundizar el enfrentamiento con Cortés porque su batalla es "contra una empresa que largó a todos los trabajadores a la calle sin siquiera un telegrama".
Agregó que su posición es "respetar las protestas de otros sindicatos" y pretende que los respeten de la misma forma.
Empezar desde cero
El inicio de Mardones en la actividad gremial tiene sus singularidades. Cuando entró a Arroyo, hace casi 20 años, el Sindicato de Obreros y Empleados de la Industria de la Carne no tenía ninguna presencia y "sólo pasaba cada tanto a cobrar los aportes".
Mardones dijo que en sus primeros años vio "muchas injusticias", porque los obreros "trabajaban sin categorías y sin horarios". A veces entraban a las 4 de la mañana y cumplían turnos de más de 12 horas.
"Empecé a charlar con la gente -recordó-, empecé a buscar y leer: el Convenio Colectivo de Trabajo, las leyes laborales, el nomenclador de tareas". Mardones no tardó entonces en enhebrar los primeros reclamos.
Con los años 2000 llegaron los primeros acuerdos para categorizar al personal y para establecer horarios y tareas encuadradas en el convenio. En 2004 Mardones fue elegido delegado por primera vez. Poco después integró la lista encabezada por el secretario general provincial, Jorge Andrade, y quedó a cargo de la secretaría de Finanzas.
En 2011 obtuvo licencia gremial paga "porque correspondía de acuerdo a la cantidad de empleados de Arroyo", pero luego el plantel se redujo y a comienzos de este año, por un planteo de la propia empresa, volvió a trabajar y se manejó sólo con "algunos permisos gremiales", hasta que cesaron las actividades.
Dijo que mucha gente que no conocían se solidarizó con la toma y les lleva alimentos "lo mismo que el Frente de Izquierda". Mardones se quejó de que los sindicatos de Bariloche, en general se mantuvieron indiferentes, "salvo el sindicato de Prensa y también Ovidio Zúñiga (de Gastronómicos), que se pusieron a disposición".
Insistió en cuestionar el acuerdo con el Frigorífico Río Negro "porque la plata en buena parte la va a poner la provincia, y eso la sociedad no lo va a aceptar. Uno se pregunta si va a ser así por qué no expropian".
Reconoció sin embargo que la prolongación del conflicto es un desgaste para todos. "Llegamos hasta acá y queremos mantenernos firmes, pero uno ve que se acerca las fiestas y se quiere matar", admitió Mardones.
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