lunes, 13 de abril de 2015

Transporte Urbano de pasajeros


Transporte Urbano de pasajeros en S.C. de Bariloche. Nuestra propuesta 2015.

por Mariano Romero

El transporte público de pasajeros en Bariloche muestra el perfil político del gobierno municipal que beneficia siempre a empresarios locales o foráneos.
Al producirse el desbarranque final de la empresa “3 de Mayo”, (que el gobierno municipal sostuvo sin quitarle la concesión hasta que las quejas de los usuarios contra la empresa empezaban a dirigirse a la intendencia) el municipio estaba en condiciones de garantizar el servicio de transporte público de pasajeros. Para eso contaba con las instalaciones y los vehículos de la empresa que los dueños habían intentado vaciar. También contaba con los choferes, mecánicos y demás trabajadores de la empresa. Además el servicio se encuentra subsidiado por el Estado, aunque nunca se aclararon los montos.
Pero en lugar de estatizar el servicio de transporte, el gobierno municipal de la intendente kirchnerista Martini, buscó traspasar la concesión del servicio a otra empresa privada. Finalmente, en enero pasado el servicio recayó en un empresario amigo: Alejandro Rossi, socio mayoritario de “Autobuses de Santa Fé” y hermano del Ministro de Defensa del gobierno nacional. El ejecutivo municipal le otorgó un permiso precario, que implica la utilización de las unidades que no pudo llevarse “3 de Mayo” y sus instalaciones, además de los subsidios del Estado. Un negocio redondo cuyos números totales ni el gobierno municipal ni las empresas hicieron públicos con la apertura de los libros contables. Negocio privado con el servicio público y subsidios del Estado, garantizado también por los concejales oficialistas y de la “oposición” de la UCR, del Frente Grande, Pueblo (ahora massista), etc.
El servicio que presta “Autobuses de Santa Fé” es, aunque parezca increíble, peor que el prestado por “3 de Mayo”. Por eso se empiezan a oir voces que denuncian a la intendente porque echó a una empresa local para poner a una empresa foránea. El problema no es si la empresa es local o foránea. Los colectivos que no pasan a horario, la falta de frenos, embragues y otros desperfectos, no son problema de locales o foráneos. Tampoco lo son los recorridos que se levantan de un día para otro como la línea 10 a Colonia Suiza o la 71 a Dina Huapi, como ocurrió hace pocos días.
Incluso la UTA se vio obligada a realizar un paro reclamando la reincorporación de un chófer que fue despedido por “Autobuses de Santa Fé” después de denunciar que los micros salen a prestar servicio en condiciones inseguras. Pero lo que termina de demostrar el robo y el negociado fue la presentación de cuatro unidades “nuevas” por parte de la empresa en el Centro Cívico el pasado 07 de abril. Dos de estos colectivos están equipados con rampas para permitir ascender a personas en sillas de ruedas. Esas rampas nunca funcionaron. Ante los periodistas y el público que iban a utilizar las rampas con sus sillas de ruedas, la Intendenta Martini y el Subsecretario de Tránsito y Transporte, Pego, intentaban por todos los medios justificar que eran “cosas que pueden suceder”. ¡Sí Sra Intendente, esto sucede todos los días cuando los estudiantes, trabajadores y vecinos viajamos en colectivo por Bariloche!. Más que funcionarios del estado, parecían los empresarios dueños de los micros. A tal punto, que se lo podía ver a Pego intentando “arreglar” el “desperfecto”, diciendo que la habían probado hacía diez minutos y funcionaban. Una vergüenza.
Muchos vecinos pensaron que si eso sucede en un acto oficial de presentación de las “nuevas” unidades, ¿qué puede pasar (y pasa) todos los días viajando en manos de esta empresa?. Seguramente, ni la Intendente Martini ni el Subsecretario Pego viajan en colectivo para ir a trabajar o llevar a sus hijos a la escuela.
Desde Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda creemos que la verdadera utopía no es creer que los trabajadores pueden manejar el transporte junto a los usuarios, sino creer que el servicio en manos de empresas privadas (locales o foráneas) mejorará con una licitación mejor hecha, o con una audiencia pública más transparente u otras variante que proponen los partidos de gobierno o sus cómplices desde la “oposición”.
La solución está en manos de los mismos trabajadores de la ex – “3 de Mayo”, de sus choferes, de los mecánicos, de su personal administrativo. Junto a ellos, están quienes usan el transporte todos los días, los trabajadores y vecinos de la ciudad, que conocen bien cuáles son los horarios dónde debe ser reforzado el transporte, cuáles son los recorridos que mejor cubren las necesidades de los barrios, dónde se requieren urgentes paradas con techos que los protejan en las lluvias y nevadas, y las posibles combinaciones que faltan para un mejor servicio.
Por eso, desde Izquierda Socialista proponemos, y exigimos, no una nueva licitación pública como están avalando los concejales, sino la estatización del servicio de transporte público, en manos de los trabajadores y usuarios, para que no caiga bajo órbita de funcionarios corruptos o pusilánimes. Con este mismo objetivo, los diputados del Frente de Izquierda presentaron en el Congreso Nacional un proyecto de ley para reestatizar los ferrocarriles “bajo control de los trabajadores ferroviarios elegidos democráticamente de todas las líneas férreas y con cargos revocables y organizaciones de usuarios del servicio”, como se expresa en el art. 3. El gobierno nacional presentó un proyecto en que supuestamente reestatizará los ferrocarriles. Sin embargo, en el articulado del mismo plantea la “renegociación” de las concesiones. Finalmente, el pasado 08 de abril el bloque kirchnerista de diputados aprobó el proyecto de la presidenta Fernádez de Kirchner. En esta “restatización” para entregar los ferrocarriles saneados por el estado con fondos públicos a otras empresas privadas, el gobierno contó con el apoyo de la UCR, PRO, Frente Progresista, ARI, Frente Renovador de Massa, demostrando, igual que los concejales de Bariloche, que gobiernan para garantizar los negocios privados en el transporte.
Desde Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda insistimos que nuestra propuesta es la única forma de resolver el problema del transporte público de pasajeros en nuestra ciudad. El estado municipal debe asumir la propiedad, administración, explotación y funcionamiento del mismo y que opere bajo control de sus trabajadores y usuarios.








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