por Rodolfo Sánchez (ex candidato a intendente por el FIT)
La apatía política previa al 25 de octubre de 2015 contrasta fuertemente con la virulencia de estos días. “Si gana Macri volveremos a lavar los platos”, “si gana Macri gana la derecha”, “si gana Macri volvemos al 2001, eso querés?”. “Si gana Macri destruye al CONICET”; “Si gana Macri INVAP va a hacer lavarropas”. Pero el blanco kirchnerista no solo es contra el macrismo, como en su lógica cualquier crítico es su enemigo, la izquierda también es blanco de sus disparos: “la izquierda llama a votar en blanco, son funcionales a la derecha”, “el voto en blanco favorece a Macri”, “si votas en blanco te lavas las manos”, etc.
La apatía política previa al 25 de octubre de 2015 contrasta fuertemente con la virulencia de estos días. “Si gana Macri volveremos a lavar los platos”, “si gana Macri gana la derecha”, “si gana Macri volvemos al 2001, eso querés?”. “Si gana Macri destruye al CONICET”; “Si gana Macri INVAP va a hacer lavarropas”. Pero el blanco kirchnerista no solo es contra el macrismo, como en su lógica cualquier crítico es su enemigo, la izquierda también es blanco de sus disparos: “la izquierda llama a votar en blanco, son funcionales a la derecha”, “el voto en blanco favorece a Macri”, “si votas en blanco te lavas las manos”, etc.
Frases como estas
la escuchamos a diario desde que se conocieron los resultados de las
elecciones presidenciales del pasado 25 de octubre. Los que tenemos
unos cuantos años sabemos que no es la primera vez que se hacen este
tipo de campañas para generar miedo y no discutir sobre políticas
concretas. En 1983 había que votar la “liberación nacional” de
Luder y Herminio Iglesias contra Alfonsín. Luego fue peor en 1989
cuando el voto a Menem era contra la derecha y al día siguiente de
ganar armó su gabinete con la derecha de la UCDé que había salido
muy relegada en las elecciones y comenzó el desguace del Estado y lo
que ya conocemos.
Más recientemente
el gobierno de Cristina Kirchner y La Cámpora agita el fantasma de
la derecha para hacer pasar con su doble discurso un "modelo"
de ajuste, represivo y corrupto. Ajuste que se expresó en salarios
por debajo de la inflación, en el impuesto al salario (Ganancias),
en el pacto con la burocracia sindical oficial, en los acuerdos
secretos con Chevron, la Barrick y Monsanto y en los pagos de la
deuda externa con el verso del desendeudamiento. Represivo en las
protestas sociales o de trabajadores (Lear, Kraft, Indoamericano,
trabajadores del 60, la muerte reciente de Ángel Verón en Chaco,
vecinos de Jachal, etc.)
El voto a Macri de
una franja de trabajadores o sectores populares, tal vez pensando
que hacían un “voto castigo” o que lo más importante es “que
se vaya este gobierno sea como sea", para la izquierda es un
voto equivocado. Lamentablemente lleva a fortalecer a Macri y a su
alianza de centroderecha Cambiemos(PRO-UCR-Carrio-PPR). Esta alianza
no será ninguna salida para los trabajadores y no cambiará nada
sustancial con respecto a este gobierno. Macri es sinónimo de los
talleres clandestinos, del crecimiento de las villas, de la
corrupción con los Niembro, del abandono de la educación y la salud
pública, del "Fino" Palacios y de los negocios
inmobiliarios. Muchos, a pesar de esto, lo votarán porque consideran
que es "la única vía" para que no gane Scioli. Pero no se
trata de votar a Macri solo "para sacar a los K". En todos
estos años fueron los trabajadores y la izquierda quienes
enfrentaron al PRO, mientras el Frente para la Victoria le votaba las
leyes fundamentales a Macri en la ciudad.
¿Acaso Macri o Scioli van a dar un aumento de salario igual a la canasta familiar? ¿O el 82% móvil para los jubilados?, ¿o anular el impuesto al salario?, ¿o prohibir los despidos y suspensiones?, ¿o terminar con el saqueo de la Barrick, Chevron o Monsanto?, ¿alguno de los dos aumentará el poder adquisitivo del salario en enero?, ¿reducirá el trabajo en negro?, ¿desconocerá los reclamos de los buitres y de los demás usureros?, ¿pondrá impuestos a la renta financiera?, ¿aumentará los impuestos a las ganancias de los bancos y de las empresas?". Un rotundo NO, entonces, ¿por qué los trabajadores y jóvenes tendríamos que votar a alguno de estos dos de derecha?
A partir del
terremoto político por el resultado de las elecciones presidenciales
del 25/10, hay un cambio
político, pero no porque millones
de argentinos votaron a Macri y para los kirchneristas o tremendistas
esto sea que la sociedad haya
“girado de la izquierda a la derecha”. El
verdadero cambio que hay que ver es que
hoy
la
coyuntura económica es
diferente y
seguirá
a pesar del resultado del
ballotage. Es
algo que pasa en toda
América Latina en el contexto
de la caída del precio de las materias primas y el crecimiento débil
de la economía mundial y la
falta de perspectivas de los
capitalismos
populistas de la región.
Solo hay que ver a Dilma en
Brasil, llamó a votar por el PT para no perder lo ganado y contra la
derecha. Al igual que Menem, al día siguiente nombró a un
economista neoliberal (Levy)
y comenzó el ajuste. Scioli o
Macri harán
lo mismo. No hay cambio de
régimen, ni se viene el fascismo, como exageran.
Si se viene un ajuste tremendo.
Gane quien gane el ballotage, gana el ajuste y pierden los trabajadores. Pueden tener diferencias de grises, pero tanto Scioli como Macri vienen gobernando para los de arriba, le quieren pagar a los fondos buitre y se preparan para descargar la mayor crisis capitalista contra el pueblo trabajador.
No hay que esperar
un próximo gobierno de Scioli o Macri para saber a quiénes van a
beneficiar. Ya están gobernando para los de arriba, los grandes
empresarios, los banqueros, los ricos y las multinacionales. Por eso
desde Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda llamaremos a
votar en blanco o anular el voto para no fortalecer ninguna de estas
dos alternativas patronales. Votar a Scioli o a Macri es votar por
los propios verdugos de la clase trabajadora.