viernes, 30 de octubre de 2015

¿Votarías a tu propio verdugo?


por Rodolfo Sánchez (ex candidato a intendente por el FIT)

La apatía política previa al 25 de octubre de 2015 contrasta fuertemente con la virulencia de estos días. “Si gana Macri volveremos a lavar los platos”, “si gana Macri gana la derecha”, “si gana Macri volvemos al 2001, eso querés?”. “Si gana Macri destruye al CONICET”; “Si gana Macri INVAP va a hacer lavarropas”. Pero el blanco kirchnerista no solo es contra el macrismo, como en su lógica cualquier crítico es su enemigo, la izquierda también es blanco de sus disparos: “la izquierda llama a votar en blanco, son funcionales a la derecha”, “el voto en blanco favorece a Macri”, “si votas en blanco te lavas las manos”, etc.

Frases como estas la escuchamos a diario desde que se conocieron los resultados de las elecciones presidenciales del pasado 25 de octubre. Los que tenemos unos cuantos años sabemos que no es la primera vez que se hacen este tipo de campañas para generar miedo y no discutir sobre políticas concretas. En 1983 había que votar la “liberación nacional” de Luder y Herminio Iglesias contra Alfonsín. Luego fue peor en 1989 cuando el voto a Menem era contra la derecha y al día siguiente de ganar armó su gabinete con la derecha de la UCDé que había salido muy relegada en las elecciones y comenzó el desguace del Estado y lo que ya conocemos.
 
Más recientemente el gobierno de Cristina Kirchner y La Cámpora agita el fantasma de la derecha para hacer pasar con su doble discurso un "modelo" de ajuste, represivo y corrupto. Ajuste que se expresó en salarios por debajo de la inflación, en el impuesto al salario (Ganancias), en el pacto con la burocracia sindical oficial, en los acuerdos secretos con Chevron, la Barrick y Monsanto y en los pagos de la deuda externa con el verso del desendeudamiento. Represivo en las protestas sociales o de trabajadores (Lear, Kraft, Indoamericano, trabajadores del 60, la muerte reciente de Ángel Verón en Chaco, vecinos de Jachal, etc.)

El voto a Macri de una franja de trabajadores o sectores populares, tal vez pensando que hacían un “voto castigo” o que lo más importante es “que se vaya este gobierno sea como sea", para la izquierda es un voto equivocado. Lamentablemente lleva a fortalecer a Macri y a su alianza de centroderecha Cambiemos(PRO-UCR-Carrio-PPR). Esta alianza no será ninguna salida para los trabajadores y no cambiará nada sustancial con respecto a este gobierno. Macri es sinónimo de los talleres clandestinos, del crecimiento de las villas, de la corrupción con los Niembro, del abandono de la educación y la salud pública, del "Fino" Palacios y de los negocios inmobiliarios. Muchos, a pesar de esto, lo votarán porque consideran que es "la única vía" para que no gane Scioli. Pero no se trata de votar a Macri solo "para sacar a los K". En todos estos años fueron los trabajadores y la izquierda quienes enfrentaron al PRO, mientras el Frente para la Victoria le votaba las leyes fundamentales a Macri en la ciudad.

¿Acaso Macri o Scioli van a dar un aumento de salario igual a la canasta familiar? ¿O el 82% móvil para los jubilados?, ¿o anular el impuesto al salario?, ¿o prohibir los despidos y suspensiones?, ¿o terminar con el saqueo de la Barrick, Chevron o Monsanto?, ¿alguno de los dos aumentará el poder adquisitivo del salario en enero?, ¿reducirá el trabajo en negro?, ¿desconocerá los reclamos de los buitres y de los demás usureros?, ¿pondrá impuestos a la renta financiera?, ¿aumentará los impuestos a las ganancias de los bancos y de las empresas?". Un rotundo NO, entonces, ¿por qué los trabajadores y jóvenes tendríamos que votar a alguno de estos dos de derecha?

A partir del terremoto político por el resultado de las elecciones presidenciales del 25/10, hay un cambio político, pero no porque millones de argentinos votaron a Macri y para los kirchneristas o tremendistas esto sea que la sociedad haya “girado de la izquierda a la derecha”. El verdadero cambio que hay que ver es que hoy la coyuntura económica es diferente y seguirá a pesar del resultado del ballotage. Es algo que pasa en toda América Latina en el contexto de la caída del precio de las materias primas y el crecimiento débil de la economía mundial y la falta de perspectivas de los capitalismos populistas de la región. Solo hay que ver a Dilma en Brasil, llamó a votar por el PT para no perder lo ganado y contra la derecha. Al igual que Menem, al día siguiente nombró a un economista neoliberal (Levy) y comenzó el ajuste. Scioli o Macri harán lo mismo. No hay cambio de régimen, ni se viene el fascismo, como exageran. Si se viene un ajuste tremendo.

Gane quien gane el ballotage, gana el ajuste y pierden los trabajadores. Pueden tener diferencias de grises, pero tanto Scioli como Macri vienen gobernando para los de arriba, le quieren pagar a los fondos buitre y se preparan para descargar la mayor crisis capitalista contra el pueblo trabajador.

No hay que esperar un próximo gobierno de Scioli o Macri para saber a quiénes van a beneficiar. Ya están gobernando para los de arriba, los grandes empresarios, los banqueros, los ricos y las multinacionales. Por eso desde Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda llamaremos a votar en blanco o anular el voto para no fortalecer ninguna de estas dos alternativas patronales. Votar a Scioli o a Macri es votar por los propios verdugos de la clase trabajadora.



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